jueves, 23 de marzo de 2017

Amor y odio más allá de la muerte. Una historia sobre Dickens

    El año pasado, durante mi visita a la casa-museo de Charles Dickens en Londres, hice esta fotografía (que introduzco al final del texto). El anillo estaba situado prácticamente al lado de otro: el anillo que Dickens regaló a Catherine Thompson Hogarth para su compromiso, lo que daba al entorno un extraño aura apocalíptico y voy a explicar el porqué, porque cada vez que lo veo vuelve a llamarme la atención.
    Corren muchos rumores acerca de por qué Charles Dickens y Catherine Hogarth terminaron separándose públicamente en 1858 (aunque, que Dickens tuviera una amante —Ellen Lawless Ternan, veintisiete años más joven— fuera sin duda el motivo definitivo), de hecho, ni siquiera parece que comenzaran con buen pie: Ambos se conocieron en febrero de 1835, durante la fiesta que Dickens celebraba por su vigésimo tercer cumpleaños —recordemos que Catherine era hija de un editor para el que Dickens trabajaba y, por lo tanto, no es de extrañar que ambos se reunieran bajo ese mismo espacio—; unos días después, un primo de Catherine le asegura que «Dickens mejora mucho con el trato»... una aseveración que así de primeras nos hace intuir que a Catherine no le entraron precisamente por el ojo las formas del escritor, ya que parece una respuesta a una réplica de Catherine respecto a su persona. Pero así se lo escribe su primo y, como una epifanía así debió de ser [que para Catherine, Charles Dickens fuera «mejorando con el trato»], pues el 2 de abril de 1836 ya estaban celebrando su boda... y vivieron felices, tuvieron hijos —nada menos que diez— y se sostuvieron en un matrimonio que, para qué negarlo, estuvo lleno de mentiras (mucho habría que decir al respecto sobre Dickens, pero vamos a centrarnos en el tema que nos ha traído aquí)... y así hasta que no soportaron vivir bajo el mismo techo.
    Y ahí es donde entra en juego el anillo de la foto, pues es un símbolo muy turbio que encierra parte de lo que sucedió a partir de ese evento, y voy a exponerlo de forma muy breve porque no precisa de más palabrería: Tras la ruptura, Georgina —la hermana de Catherine— decide mantener a Dickens como su casero y, años después, tras la muerte de Dickens, Catherine envía este anillo como regalo a su hermana que «la había abandonado»: Un anillo en forma de serpiente implicándola por su traición. Y así es como quedan un anillo de compromiso y un anillo de rencor compartiendo vitrina en un museo.

Más allá de la vida, parece.


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